El Zapote es un conjunto de familias descendientes de indígenas centroamericanos que conforman una comunidad rural en el departamento de Matagalpa, Nicaragua.

            El disperso de las viviendas y el desnivel del terreno hace que la comunicación entre ellos sea prácticamente nula. En el centro de la comunidad se sitúa el colegio de la zona, la casa de Arturo y Candy y la parada del bus en el final del camino transitable por tráfico rodado.

El autobús tarda 1:30h en llegar a la ciudad, una vez al día.

Gracias a un anuncio en una página de voluntariado, transita gente por aquella zona de una forma constante pero escasa.

Hace un año estuve allí para realizar la toma de datos in situ. Durante un mes hice varios recorridos por las viviendas de la comunidad con ayuda de un caballo y un gps de mano para geolocalizar y analizar las casas. Así elaboro la cartografía.

El diario explica algunas de las visitas mas peculiares que reflejan el modo de vida de estas personas: como la pulpera, la chica que no puede ir a la universidad, la maestra que tiene a 60 alumnos de 5 cursos diferentes…

El proyecto está centrado en la mujer nicaragüense de las zonas rurales del centro norte de Nicaragua. La mujer lo hace prácticamente todo en la casa y lo relacionado con ella, cocinar, limpiar, coger leña, conseguir agua, labores de cultivo y cuidado de animales…

El proyecto se estructura en tres partes, la parte comunitaria de las asociaciones, en las que construiremos tres fases al lado del colegio, en el centro de la comunidad. La primera fase se engloba en el proyecto de cooperación(Desarrollo e investigación de sistemas constructivos apropiados en la Arquitectura y el espacio público de la comunidad rural El Zapote) organizado para 2018 y en ella realizaremos talleres de paredes de bahareque y barro embutido, en la que colabora la universidad de alicante y la centroamericana de nicaragua. En la fase dos trabajaremos con tejas de bambú y en la tres un pórtico con estructura para instalar habitáculos de las asociaciones.

La parte de vivienda contiene los talleres de paredes de barro y elaboración de teja árabe como alternativa a los techos metálicos ondulados. Se pone en práctica los sistemas citados.

La parte de cocina es la indicada para trabajar con ladrillos de adobe para fabricar fogones mejorados. Se investiga sobre la fabricación de los ladrillos desde aquí, con diferentes tipos de tierra, siendo la mas adecuada la tierra mas rojiza, mas arcillosa, y la menos adecuada la que se desmiembra fácilmente, la tierra gris no es óptima por su menor capacidad para soportar la lluvia. Se proponen tres actuaciones protésicas en las cocinas de las mujeres. La construcción de unos módulos de bambú autorrealizables para poder hacer cocinas que cambien. También se propone un sistema de recogida de agua con estos módulos y un sistema de lamas para extraer el humo que generan los fogones en el interior de la vivienda y minimizar así el impacto sobre la salud de las mujeres y toda la familia.